"Soy el Amo de mi Destino, Soy el Capitán de mi Alma"
Muchos de nosotros hemos oído en alguna ocasión esta excelente y admirable frase, con la que me siento completamente identificada.
Frase que se hizo mundialmente célebre a través de Nelson Mandela, un abogado activista contra el apartheid, político y filántropo, que en su ejercicio como abogado fue varias veces arrestado y procesado.
Acusado de conspiración, se le sentenció a cadena perpetua.
Finalmente, transcurridos 27 años de encarcelamiento, y a través de campañas internacionales que abogaron por su liberación, fue excarcelado.
Utilizó el perdón como el arma más práctica, abolió el apartheid, y unificó a su país, consiguiendo ser el primer hombre de raza negra elegido, por sufragio universal, presidente de Sudáfrica. "
Cargo que ostentó, durante 5 años y que le hizo acreedor de menciones honoríficas, entre ellas el Premio Nobel de la Paz.
Dicen que, en los momentos más difíciles en prisión, recitaba la conocida frase. Una frase perteneciente a un poema, el cual era su medicina espiritual para los duros días que vivió en la cárcel.
Se trata de "Invictus", poema breve escrito en el siglo IXX, por el poeta inglés William Ernets Henley.
William se inspiró en su propia vida, en su propio sufrimiento. De niño sufrió tuberculosis, lo que años más tarde le supondría la amputación de una pierna.
Con esta obra nos hace ver que, a pesar de verse recluido, mermado físicamente, prisionero de su propio cuerpo y de su enfermedad, consigue tener la fuerza necesaria para enfrentarse a semejante situación.
Y aquí, con esta cuestión, es con la que me identifico.
Muchas personas, a lo largo de nuestra vida, padecemos enfermedades, ya sea de carácter transitorio o crónico. Igualmente sufrimos circunstancias traumáticas, que nos desalientan, lastran y desgastan nuestra conciencia e identidad.
Descubrir que nuestra mente y nuestro pensamiento es más fuerte que nuestro cuerpo nos hace tener paz, equilibrio y estabilidad.
Hacernos fuertes, pensar en positivo, aceptar la situación, saber que tengo el dominio y el control de mi propia vida y de mis propias circunstancias no hace mejorar la enfermedad, pero si consigue que sea más llevadera, más soportable o más tolerable.
Tener presente quién soy, creer en mí.
En definitiva, poseer la firme determinación de ser Feliz.
"INVICTUS"
Frase que se hizo mundialmente célebre a través de Nelson Mandela, un abogado activista contra el apartheid, político y filántropo, que en su ejercicio como abogado fue varias veces arrestado y procesado.
Acusado de conspiración, se le sentenció a cadena perpetua.
Finalmente, transcurridos 27 años de encarcelamiento, y a través de campañas internacionales que abogaron por su liberación, fue excarcelado.
Utilizó el perdón como el arma más práctica, abolió el apartheid, y unificó a su país, consiguiendo ser el primer hombre de raza negra elegido, por sufragio universal, presidente de Sudáfrica. "
Cargo que ostentó, durante 5 años y que le hizo acreedor de menciones honoríficas, entre ellas el Premio Nobel de la Paz.
Dicen que, en los momentos más difíciles en prisión, recitaba la conocida frase. Una frase perteneciente a un poema, el cual era su medicina espiritual para los duros días que vivió en la cárcel.
Se trata de "Invictus", poema breve escrito en el siglo IXX, por el poeta inglés William Ernets Henley.
William se inspiró en su propia vida, en su propio sufrimiento. De niño sufrió tuberculosis, lo que años más tarde le supondría la amputación de una pierna.
Con esta obra nos hace ver que, a pesar de verse recluido, mermado físicamente, prisionero de su propio cuerpo y de su enfermedad, consigue tener la fuerza necesaria para enfrentarse a semejante situación.
Y aquí, con esta cuestión, es con la que me identifico.
Muchas personas, a lo largo de nuestra vida, padecemos enfermedades, ya sea de carácter transitorio o crónico. Igualmente sufrimos circunstancias traumáticas, que nos desalientan, lastran y desgastan nuestra conciencia e identidad.
Descubrir que nuestra mente y nuestro pensamiento es más fuerte que nuestro cuerpo nos hace tener paz, equilibrio y estabilidad.
Hacernos fuertes, pensar en positivo, aceptar la situación, saber que tengo el dominio y el control de mi propia vida y de mis propias circunstancias no hace mejorar la enfermedad, pero si consigue que sea más llevadera, más soportable o más tolerable.
Tener presente quién soy, creer en mí.
En definitiva, poseer la firme determinación de ser Feliz.
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
negra como el abismo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca he llorado ni pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero sigue erguida.
nunca he llorado ni pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero sigue erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yacen los horrores de la sombra,
sin embargo, la amenaza de los años
me encuentra, pero me encontrará sin miedo.
donde yacen los horrores de la sombra,
sin embargo, la amenaza de los años
me encuentra, pero me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigos la sentencia,
yo soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
cuán cargada de castigos la sentencia,
yo soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.
-William Ernest Henley (1888)-
Si quieres más información sobre Coaching e Inteligencia Emocional hazlo aquí: coachmaribelalvarez@gmail.com
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